El pasado día 2 participamos en la segunda Jornada BBK sobre Discapacidad y Enfermedad, en la que nos reunimos organizaciones, profesionales y personas con discapacidad con el objetivo de compartir conocimiento y crear sinergias.
Esta edición ha coincidido con el décimo aniversario de la Convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad de Naciones Unidas, cuyo objetivo es poner a la persona en el centro para lograr que las personas con discapacidad sean ciudadanía de pleno derecho. Tomando la Convención como referencia, la jornada se vertebró en torno a algunos derechos fundamentales de las personas con discapacidad, como son los de la comunicación, el trabajo y el empleo, la accesibilidad o la participación.
En las intervenciones de apertura tanto Leire Aragón, directora de Obra Social de BBK, como de Sergio Murillo, director General de Promoción de la Autonomía Personal de Diputación Foral de Bizkaia, resaltaron la importancia de que todas las personas cuenten con los apoyos necesarios para poder comunicarse y decidir, en definitiva, para tener autonomía individual.
Además, ponentes como Maureen Piggot y Yolanda Fillat desgranaron los principales avances conseguidos en estos diez años de vigencia de la convención y los retos que quedan pendientes.
Maureen Piggot aportó la visión internacional como presidenta de Inclusion Europe, la asociación europea de personas con discapacidad intelectual y sus familias para Europa. Explicó las barreras que las personas con discapacidad intelectual y sus familias encontraron en aquel momento para participar en la negociación de la propia convención. Como contraposición presentó la situación actual, donde las personas con discapacidad intelectual se asocian y exigen sus derechos.
El análisis sobre la aplicación de la Convención en Bizkaia corrió a cargo de la consultora social Yolanda Fillat, quien resaltó el compromiso de las Administraciones Públicas de Euskadi con las personas con discapacidad. Gracias al apoyo de las instituciones y al trabajo que desde el tercer sector realizamos las organizaciones del ámbito de la discapacidad, el modelo vasco está a la cabeza en tasa de empleo y actividad en el Estado.
Sin embargo, aunque los avances han sido muchos en cuanto a los apoyos y empoderamiento, hay algunos retos pendientes para los próximos años:
- La consolidación del despliegue del Sistema de Servicios Sociales en Bizkaia.
- La consolidación de una oferta de apoyos y oportunidades para la inclusión laboral, adaptada a las necesidades de las personas con discapacidad.
- La concreción y oportunidad de colaboración entre las Administraciones Públicas y el tercer sector social de la discapacidad en Bizkaia.
- El compromiso e implicación de todos los agentes por la accesibilidad universal y la igualdad de oportunidades.
EXPERIENCIAS LOCALES
Desde Lantegi Batuak participamos en las experiencias locales de inclusión social en Bizkaia en el ámbito del empleo, mientras que Gorabide y Fundación Argia presentaron sendas experiencias de comunicación.
Andoni Garai, coordinador del programa Lanerako de empleo con apoyo, habló sobre el derecho de las personas con discapacidad al empleo en espacios laborales enfocados a la transición al empleo ordinario. El propio programa Lanerako trabaja para facilitar dicha transición y apoya tanto a las empresas que contratan a personas con discapacidad, como a las personas contratadas.
Algunos de los resultados de este programa en sus 21 años de trabajo son:
- 381 contratos para 263 personas en 167 empresas de Bizkaia.
- 87% personas contratadas con discapacidad intelectual, el 8% con enfermedad mental y el 5% con discapacidad física o sensorial.
- 30% han transitado desde Servicio Ocupacional, el 41% desde Centro Especial de Empleo y el 29% desde lista de espera.
- 79% contrato indefinido, 15% contrato fomento, 6% contrato temporal.
- 61% a jornada completa con salario medio de 1.132€ brutos mensuales.
- 39% a jornada parcial con salario medio de 720 € brutos mensuales.
- 42% de las empresas sin obligación de cumplir la Ley General de Discapacidad (antigua LISMI).
- 31% empresas con más de un trabajador con discapacidad contratado.
EL CASO DE GARBIÑE IBARRETXE
Garbiñe Ibarretxe es un buen ejemplo de la transición al empleo ordinario de las personas con discapacidad, en este caso intelectual. Trabajó durante dos años en un enclave de Lantegi Batuak ubicado en Elorrio y en 2006 la empresa Estampaciones Iru la contrató a jornada completa en el área de verificación de piezas. Han pasado diez años desde su contratación y desde el año pasado es trabajadora indefinida, prueba de que su desempeño y actitud están muy bien valorados en la empresa.
Garbiñe tiene claro qué supone para ella estar en activo: “Puedo hacer vida normal, tengo trabajo, estoy casada, me voy de vacaciones, me voy al monte” destaca. “Puse todo mi empeño para poder lograrlo. Pasar de Elorrio a una empresa ordinaria fue mucho cambio”, pero nos comenta que “lo que más me gustó del proceso fue ir aprendiendo y ver que con esfuerzo todo salía adelante”. Durante este tiempo ha contado siempre con el apoyo de Josu Pujana, su preparador laboral.
Josu subraya que en el plano laboral “Garbiñe es un referente dentro del área de verificación, cuando se incorpora una persona nueva ella es quien le enseña”. Pero además destaca que Garbiñe es un ejemplo de superación personal, no solo por su decisión, buen talante y trabajo duro, sino porque además ha llevado el peso de su familia tras el fallecimiento de de su padre y de sus dos hermanos.
EXPERIENCIAS EN COMUNICACIÓN
Begoña Martín, usuaria de la residencia de Sopuerta de Gorabide, explicó qué significa para ella el derecho a la dignidad, autonomía, información o participación. Debido a su discapacidad intelectual necesita apoyo en comunicación, por lo que manejó el sistema alternativo de comunicación mediante pictogramas en una tablet que utiliza habitualmente. Ismael Garzón, líder del proyecto y coordinador de la residencia, recalcó en su intervención que la comunicación es el derecho por el que se materializan todos los demás.
Blanca Varona y Luis Mari Arana, participantes del programa Alehop de Fundación Argia, nos contaron su historia. Porque en eso consiste el programa, en ayudar a las personas con enfermedad mental a decidir cómo quieren compartir su historia y vivencias.