Fue ya en 2012 cuando pusimos en marcha el primer estudio para analizar y poner en valor nuestra aportación social y económica en Bizkaia. Según ese estudio, realizado por el Instituto de Economía Aplicada a la Empresa de la UPV/EHU, por cada euro invertido en Lantegi Batuak, nuestra organización retorna a la sociedad 6,35 euros.
Sin embargo, el pasado viernes pudimos comprobar cómo la colaboración entre entidades genera un valor social muy superior al de una sola. Fue durante la presentación de resultados del análisis del valor social generado por Lantegi Batuak y Gorabide en colaboración con BBK. Según los datos que arroja el estudio, por cada euro invertido por BBK entre 2007 y 2014 en actividades gestionadas por Gorabide y Lantegi Batuak, el valor social generado fue de 19 euros, por lo que el valor social consolidado es de unos 132,5 millones de euros. Esta cantidad supone el 12% del valor social total generado por ambas organizaciones, que ascendió a 1.107 millones de euro. Si tuviéramos en cuenta solo de 2014, el valor social generado por Gorabide y Lantegi Batuak fue de 151 millones de euros, de los cuales 18 fueron fruto de las actividades social realizadas con BBK.
La presentación de estos resultados, que tuvo lugar en el Faculty Club de Deusto Busienss School, corrió a cargo de José Luis Retolaza, investigador de Deusto Business School que ha liderado el estudio. Contamos asimismo con la presencia de Guillermo Dorronsoro, decano de Deusto Business School, quien realizó la apertura del acto, además de Pablo González, gerente de Gorabide, Txema Franco, director general de Lantegi Batuak y Leire Aragón, directora de la Obra Social de BBK, que aportaron su valoración de los resultados y contestaron a las preguntas de las personas que asistieron al acto.
Nos acompañaron un buen número de representantes del tercer sector y medios de comunicación, que se interesaron por los resultados de este nuevo análisis. La metodología, desarrollada por José Luis Retolaza y su equipo, permite que las entidades del tercer y cuarto sector, que no contábamos con indicadores adaptados a nuestra realidad que midieran nuestra repercusión económica y social, podamos conocer el impacto real de lo que hacemos y hacer tangible el valor de nuestro trabajo.