Este año hemos decidido combatir la violencia hacia las mujeres desde dentro. Desde nuestros valores, desde aquello que fundamenta el respeto a las personas de nuestro alrededor. Así lo establecen las herramientas de las que nos servimos en Lantegi Batuak para la convivencia y el respeto: nuestro Código ético, las Pautas de convivencia en el trabajo, el Protocolo contra el acoso y el propio Plan de Igualdad.
Con frecuencia limitamos la violencia hacia las mujeres a la violencia física, pero no lo es todo. Las mujeres soportan a diario agresiones más sutiles, a menudo disfrazadas de costumbres sociales, que son más difíciles de detectar.
Esas ocasiones en las que un compañero no deja de atosigarnos, aunque no nos guste. Cuando insisten en acompañarnos al metro, aunque les hayamos dicho que podemos ir solas. Cuando reímos un chiste machista, aunque siente mal, porque sólo es un chiste. Cuando no tenemos en cuenta la opinión de una compañera, porque en el equipo la opinión de los compañeros tiene más valor…
Las situaciones cotidianas, los micromachismos, son las que hemos querido trabajar desde Lantegi Batuak este año. Haciendo un esfuerzo por identificarlas y dándoles la vuelta, seguiremos dando los pasos necesarios para erradicar estas violencias.