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Dic 03

Mustapha: una historia de superación de obstáculos y muchos retos por delante

Mustapha llegó de Merzouga (Marruecos) con 16 años. Solo, sin conocer el idioma, con una discapacidad.

Su historia es larga, dura y un ejemplo de fortaleza y de perseverancia. Perdió su brazo volviendo del colegio. “La escuela estaba a 20 km del pueblo. Íbamos los lunes y nos quedábamos hasta el viernes. El gobierno nunca nos puso un autobús escolar, así que viajábamos en los camiones que trasportan mineral. En uno de esos viajes, el camión volcó y mi brazo quedó atrapado debajo. Estuvimos horas esperando a que llegara ayuda, en el desierto… me atendieron en un hospital a las 23.00 pero para entonces tuvieron que amputármelo”.

Su vida cambió radicalmente. “En su momento, el accidente tuvo mucha repercusión y nos prometieron ayudas, pero luego se olvidaron del tema. Además, según pasaba el tiempo, en el pueblo empezaron a tratarme como un inválido, comentaban qué iba a ser de mi vida. Porque allí, la mayoría trabaja en construcción y otros trabajos físicos, no me veían futuro”.

Fue entonces cuando decidió viajar a Europa, como muchas otras personas de su país. “Había trabajado durante las vacaciones, en la construcción y de guía, tenía dinero ahorrado y me fui a Tánger.” Allí pasó dos semanas durmiendo en la calle, hasta que se embarcó en una patera. Les rescató la Cruz Roja cuando se quedaron sin combustible y los llevaron a la Línea de la Concepción (Cádiz). “En los centros de acogida no se hace nada, se deja la vida pasar, y yo quería irme de allí”. Pasó por Tarifa, Algeciras y Estepona, hasta que pudo viajar a Bilbao.

Ya en Euskadi, pasó por el centro de menores de Amorebieta. Pidió un cambio de centro, porque no le gustaba lo que se vivía allí, y llegó al de Gernika, donde las cosas empezaron a cambiar. En Marruecos se aficionó al atletismo y aquí quiso volver a practicar. “Una educadora se volcó y me habló del Gernika Atletismo Taldea. Me presentó al entrenador y entré en el club. Además, esto me ayudó mucho a integrarme”.

Así conoció a Javi Conde, quien le animó a ir a su club de atletismo adaptado. “Empecé a competir y en 2019 gané las pruebas de 400, 800 y 1500 metros en el Campeonato de España. Ese año hice muy buenas marcas”. Paradójicamente, esto le hizo ver que, además de su discapacidad, había otros obstáculos. “No tener la nacionalidad me impide poder competir en el campeonato del mundo, por ejemplo, aun teniendo buenas marcas. Esto desanima”.

Conoció Lantegi Batuak también gracias al atletismo. En el viaje de vuelta a casa, tras una competición, entabló conversación con una persona que le habló de Lantegi Batuak. “Estaba haciendo una formación en refrigeración y pedí hacer aquí las prácticas. Me ayudó mi profesor Dani, otra de las muchas personas importantes de mi vida”.

Después de las prácticas, pasó por varios servicios y hoy es recepcionista en Viviendas Municipales de Bilbao. “Lantegi Batuak ha sido clave. No puedo imaginar qué habría pasado si no hubiera entrado aquí”.

Y es que otro de los obstáculos que tuvo que saltar fue el de cumplir 18 años. Con esa edad tuvo que dejar el centro de Gernika. “Me dieron una semana en un albergue de Bilbao. La peor semana de mi vida aquí. Afortunadamente, tuve la ayuda de Itaka Escolapios. Me consiguieron una habitación en un piso compartido. Cuando conseguí un trabajo la tuve que dejar y ahora vivo por mi cuenta, tengo el permiso de residencia y puedo seguir trabajando”.

El atletismo le sigue acompañando y en estos años ha seguido ganando varias pruebas: Campeonato de Bizkaia, Milla de Bilbao, Campeonato de Euskadi.

Mustapha tiene una historia enorme detrás y muchos retos por delante. Absorbe todas las oportunidades que le da la vida y valora cada marca que consigue, como atleta y como persona. “Estoy consiguiendo mis objetivos, ayudo a mi familia, no dependo de nadie, pago mi comida, mi alquiler…sólo me falta un alquiler social, con ello podría pensar en el futuro, ahorrar…”

También quiere progresar en Lantegi Batuak “soy bueno estudiando y aprendiendo, mi objetivo es subir de nivel”.

Mientras tanto, nos enseña cómo teniendo cosas en contra desde tan joven, ha sabido aprovechar las oportunidades, la ayuda que le han prestado para avanzar y ser aún mejor persona.

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